EMPECEMOS A HURGAR EL LIBRO…
Libro: Solo
Editorial: Volcano Libros
Autor: Richard Byrd
Género: Literatura de aventuras
Prólogo: Sara Maitland
Cita célebre de Aventura
La frase: «Observé el cielo un buen rato con la conclusión de que tal belleza estaba reservada únicamente para los lugares distintos y peligrosos, y que la naturaleza tenía motivos para exigir sus propios sacrificios especiales a aquellos que estuvieran decididos a presenciarlos».
Ser aventureros
Descubrí este novela de la editorial “Volcano Libros” gracias al programa de “Ser aventureros”.
Porque cuando un libro comienza de esta manera: «lo que no había contado era con descubrir lo cerca que un hombre puede estar de la muerte y no morir, o querer morir», sabes que tienes que leerlo, sabes que entre tus manos tienes algo grande.
Apagas todo. Enciendes una vela. Quemas algo de incienso. Y si quieres ponerte más en la piel de su protagonista, hasta enciendes el frontal para empezar a leer bajo una pequeña luz: Richard Byrd Solo.
Richard Byrd Solo
Hasta ahora, para mí, Richard Byrd era un perfecto desconocido. Pero estoy convencido que en esta época de las redes sociales hubiera destacado como un héroe, con miles de “likes” y “followers”. Pero tal como dije, para mi desgracia nunca había escuchado su nombre aunque rápidamente te das cuenta que es aquel tipo de personas que necesita explorar el mundo para ser feliz. Un hombre diferente, con sus virtudes y sus defectos.
Preparativos de un viaje de aventura
Esta obra está escrita en primera persona utilizando los recuerdos de un diario, un diario basado en hechos reales. Y comienza más bien con una crítica a la sociedad: «una vez que te introduces en el mundo de los titulares, aprendes que no hay una sola verdad, sino dos: aquella que conoces por los hechos y la que la gente, o una parte de la gente con mucha imaginación, adquiere por osmosis»; intentando explicar, y lo explica, que si quieres destacar en este mundo tienes que pagar un precio por salirte de lo común.
Todo comienza con los preparativos de un viaje de aventura a la Antártida con fines científicos que envuelve el fin último, que es vivir como uno desea: «Podría vivir exactamente como quisiera, sin obedecer a más necesidades que aquellas impuestas por el viento, la noche y el frío, y sin cumplir más leyes que las propias». Admite en el libro que «realmente quería ir por la propia experiencia; el aislamiento individual es una de las cosas más inalcanzables».
Pero siempre consciente del peligro que conlleva acudir a lugares extraordinarios… «y todo el resto de innumerables cosas que se requerían para sobrevivir en un lugar que no ofrece al hombre nada excepto aire que respirar».
Hace poco redactamos una post sobre el porqué de hacer senderismo cuando llueve y una Guía de cómo preparar un viaje de aventura, pero evidentemente, cuando la aventura se focaliza en lugares extremos, hay que ampliar los consejos, el material y las pautas para mantener en lo posible el bienestar, o mismamente la supervivencia.
Polo sur
El autor va narrando la aventura por el Polo Sur de manera progresiva. Desde la llegada a la base principal de “Little América”, en la Bahía de las ballenas, hasta el periplo para alcanzar la base meteorológica avanzada Bolling, en la barrera de hielo de Ross, tomando el nombre para el resto del libro como latitud 08º 08’. Es donde ya queda Richard Byrd Solo.
Aunque es un libro donde el diálogo pasa desapercibido, excepto el interior, se cuenta cómo la idea original sostenía que el número de participantes de la expedición se marcaba en tres. De manera convincente explica el motivo de que no fueran dos. De esta menera lo explica: «Hay que elegir entre dos hombres o uno, así que será uno. El tercero siempre actuaría como una especie de árbitro en caso de desacuerdo. Sin embargo, si había dos personas solas, muy pronto se tirarían al cuello una de la otra». Y al final sólo fue uno: Richard Byrd
Las pequeñas cosas de la vida
Situado en la latitud 08º 08’, y durante la primera parte de su estancia, describe de una manera meticulosa aquellas pequeñas cosas de la vida que nunca valoramos: el simple hecho de cenar «Pero la cena, por derecho el punto álgido de la jornada de un explorador, la comida caliente que un hombre helado y hambriento espera con creciente impaciencia», el poder hablar con alguien «también me parece que la ausencia de conversación hace que me resulte más difícil pensar en palabras.
A veces, mientras camino, hablo conmigo mismo y escucho palabras, pero suenan vacías y extrañas», o el mismo pensamiento convertido en algo insignificante «Y ningún pensamiento fluye a menos que sea traído por la fuerza. Esto es infinito en su significado más definitivo».
Esta forma de vida va consumiéndole poco a poco. Lo que iba a ser un viaje de “placer” se convierte en una odisea. Es cuando empieza a valorar la vida de otra manera, con frases tan magistrales como «Al final solo hay dos cosas que le importen realmente a un hombre independientemente de quién sea, y son el afecto y la comprensión de su familia».
Frío en la antártida
En la fase de supervivencia propiamente dicha, nos va contando cómo el frío se va apoderando de su cuerpo, y de su base hundida bajo la nieve. Te encuentras en esta parte con el Richard Byrd Solo.
Nunca deja de lado sus mediciones y su trabajo profesional, que son prueba de lo complicado que es realizar un viaje de aventura en solitario, y más si hablamos del Polo Sur, en la misma Antártida «Los registros muestran que en junio pasó los 40º bajo cero trece días; los 50º bajo cero en cinco días y nunca llegó a los 60º bajo cero».
Todos sabemos que el frío a veces te sirve de aliado, por ejemplo para conservar la comida en la mochila como si fuera un frigorífico; pero a veces es tu peor enemigo: «Siempre hace frío. Dejé un trozo de carne en la mesa para que se descongelase hace cinco días y todavía no lo ha hecho».
Nunca sabes lo que puede hacer el frío con uno hasta que estás inmerso en su territorio. En nuestro viaje de aventuras a Siberia pudimos llegar a los -40º, y eso ya es frío. Mucho frío. Difícil explicar las sensaciones.
Consejos de supervivencia
Es cuando también nos da consejos de supervivencia, y cualquier libro de aventuras que se precie debe contener este tipo de información. Evidentemente, en este caso todo gira en torno al frío. Que los pies es la parte más complicada de calentar lo sabemos; yo al menos sigo buscando una solución. Aquí nos da un consejo: «Los pies son los más vulnerables al frío. La experiencia me había enseñado que el secreto de la protección no es la cantidad o el grosor de la ropa, sino la talla, la calidad y, sobre todo, la forma de llevarla y tratarla».
Un punto sobre el que nadie suele preguntar, al igual que cómo vas al servicio en una aventura, es «qué haces tantas horas metido en un saco de dormir». Y una de esas cosas es leer, pero no siempre es sencilla la operación… “Más tarde, mientras leía en el saco de dormir, se me congeló un dedo aunque me cambiaba el libro rápidamente de una mano a otra e introducía la mano desocupada en el calor del saco”.
Lecciones de aventura
En un punto de la novela pasa estrictamente a tratar la soledad. De ahí el título de Richard Byrd Solo. Aquello que siempre buscamos en este tipo de viajes, pero que nunca sabes hasta qué punto puedes convivir con una perfecta desconocida «Me parece recordar, cuando leí a Epicuro, que un hombre que vive solo vive la vida de un lobo».
No te voy a contar más de este libro porque debes descubrirlo tú mismo. Si te gusta la literatura de aventuras disfrutarás con esta novela sin más diálogo que el interior y el puramente emocional. Sin duda, se desprenden grandes lecciones del mismo «Mi concepción de los valores está cambiando. Soy más capaz de discernir qué es trigo para mí y qué es paja en el mundo». Y la idea de que no te puedes ir de este mundo sin dejar un legado: Suyo era el desafío de, como dijo, “cambiar los mapas de los niños de los años venideros; definir una parte de ese gran espacio en blanco en el extremo inferior del mundo”.
Sin duda, el mayor mensaje de este libro es valorar la vida y las cosas sencilla que ofrece. Una forma de reconocer que si no somo felices es porque no lo pretendemos. Quién no se ha dicho a sí mismo esta frase: «He estado pensando en todas las cosas nuevas que voy a hacer y en las cosas anteriores que voy a hacer de forma distinta, si es que consigo salir de aquí en algún momento».
Aquí mi libro “Subiendo España”, 52 historias despeinadas de trekking sobre un proyecto en montaña basado en hechos reales.
Rosa dice
Pues yo esa primera frase la veo agramatical. ¿Seguro que está bien construida? Diría que requiere empezar de otra manera: «Con lo que no había contado era con descubrir…». O darle una vuelta para que no resulte tan rara…
elsoplo dice
Seguramente en ese momento que escribía la hipotermia le estaba afectando, pero es cierto que la construcción de la frases es compleja, opciones hay mil…»Descubrir lo cerca que un hombre puede estar de la muerte y no morir es con lo que no habá contado». Buen apunte 🙂