🔵 Toca reinventarse. O comprar papel higiénico 🔵
🎬Fernando Camacho para El Soplo – 06
Un mundo feliz
Escríbele todos los días. Lo leerá cuando despierte.
Relativizar los riesgo de una Aventura.
Todo esto es de anoche. Mientras leía un libro de aventuras.
Podrían haber sido las primera líneas de una novela de confinamiento. Quién sabe.
O de aquel libro de título «Un mundo feliz».
Una obra de ciencia ficción. Pero de calidad.
Presenta un mundo en el que el Estado controla hasta el más mínimo detalle de la vida de los individuos a los que mantiene en una ignorancia, producto de un depurado «lavado de cerebro».
Piensa
Porque lo que no podemos hacer estos días, es no pensar.
Reinventarse del coronavirus
Toca reinventarse. O repetir 100 veces en la pizarra «Coronavirus». O mismamente comprar papel higiénico.
Tú verás hacia dónde quieres ir.
Relativizar el riesgo o no.
La cuarentena hay que saber interpretarla.
Es una forma de valorar el precio de las cosas.
Y no me refiero el valor de un cortado, que puede ser un euro con 20.
Sino el valor de saborear un cortado con un amigo en una cafetería donde haya más personas incluso a menos de dos metros.
Dos ejemplos para relativizar este confinamiento
Uno.
Nelson Mandela
Mira.
Nelson Mandela pasó 10.052 días en prisión. Durante todo este tiempo hizo todo lo que estaba en su mano para seguir su lucha. Escribió miles de cartas. Se licenció en Derecho. Aprendió afrikáans para dominar la lengua de sus encarceladores. 27 años sin contacto con su gente. Nunca se rindió. Y mira su legado.
Eso es. Este fue Nelson Mandela.
10.052 días. Ni 15 días ni dos meses de confinamiento. 10.052 días.
Y dos.
El explorador Richard E. Byrd
Se aventuró en una expedición a la Antártida.
El objetivo era pasar seis meses SOLO en el continente helado recopilando datos meteorológicos.
Y sobre todo, buscaba complacer su deseo de «saborear la paz, la tranquilidad y la soledad lo suficiente para descubrir lo buenos que son en realidad».
Pero todo comenzó a ir mal.
Como suele ocurrir cuando lo bonito empieza a ir bien.
Se quedó aislado en su cabaña, en medio de la amenazadora noche antártica. Soportando una temperatura media de 50º bajo cero. Y sin esperanza de ser rescatado hasta la primavera.
Leíste bien. Seis meses a menos 50 grados. De los de verdad. Y solo.
Mayor riesgo que ese.
Cuando estamos solos, lo que sale es lo que somos. Puede que por eso tengamos ese miedo a estar solos.
Relativizar el riesgo
Piénsalo. Pero piensa Ahora.
Luego se olvidan las cosas.
Relativizar el riesgo
En ambos casos, supieron relativizar el riesgo y converirlo una oportunidad. Y lo transformaron en un legado para la historia.
Es una máxima en nuestras Aventuras de El Soplo. La aventura no significa echarse atrás. Quiere decir que si algo empieza a ir mal cómo transformalo para interpretar el problema de otra manera más positiva, y seguir creciendo.
Hay que reinventarse cuando las cosas no empiezan a ir bien.
Y escribir todos los días. Hasta que despertemos.
Aquí mi libro “Subiendo España”, 52 historias despeinadas de trekking sobre un proyecto en montaña basado en hechos reales.
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