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Empecemos a hurgar…
Una Fábula de la Torre de Hércules (Episodio 34)
¿Hace cuánto que no te contaban una fábula?. Siéntate y escucha, ésta te va a captar la atención, quizás la contó un marinero pero quizás me la contó la mar, tanto convivir en 9 días con ELLA que hasta yo también creo que pude enamorarme.
Esta fabula (o realidad) fue el cierre del ocamiñodosfaros. Realmente la compartió un viejo marinero que no dejaba de mirar el Faro Hércules, como encantado, como petrificado, como si de un personaje del mago de Oz se tratara.
Su aspecto de bonachón y relleno de savia, de la buena, hizo que al llegar a la torre de Hércules, nuestras almas se juntaran. Y fue el momento que le nombramos faros y faros donde habíamos pasado en el #ocamiñodosfaros, abrió los ojos nos miro de arriba para abajo y nos señaló con el dedo que guardáramos silencio, y al unísono se hizo el silencio, nos callamos, algo bueno se acercaba, se intuye cuando algo bueno se aproxima. Todos a su vera para no perder detalle nos prestamos a escuchar. Y empezó a contar esta fábula.
Que sepáis chicos que Hércules no fue siempre un faro. Lo recuerdan como un chaval atractivo y jovial que un día se enamoró de la mar de la Costa da morte, concretamente vivía en Corme. Las circunstancias le obligaron a irse a vivir a un pequeño pueblo de Zamora, de nombre Granja de Moreruela. El pueblo le gustaba, su gente más aún, pero nunca pudo soportar estar lejos de la mar. Se decía que sus sollozos nocturnos llegaban incluso hasta las estrellas en luna nueva. Una noche, una estrella fugaz se desvió cayendo en el pueblo. Sólo pidió un deseo. Desde aquel día nunca nadie más volvió a saber nada de Hércules. (Y nos contó lo que pasó). Hércules pactó que por mirar, escuchar y estar al lado de su mar, desde Malpica hasta Finisterre, desde la Coruña hasta Camariñas, estaría dispuesto a todo, sino su pena no le dejaría vivir. Y pactó.
– Ahí lo tenéis chicos -, el marinero señalaba con el dedo hacia arriba . – ¿dónde?, ¿se convirtió en estrella fugaz? – inquieto elpezsoplo. – Lo tenéis mucho más cerca, donde está subiendo toda esa gente -. Atónitos se quedaron, lo que quería decir el marinero es que…
– Efectivamente amiguitos-, Hércules se transformó en faro porque así lo deseó, y todas las noches deslumbra la belleza del mar con sus focos, y no para ahí la cosa, construyó una línea de luces por toda la costa para no dejar jamás de mirar su belleza, desde el Faro de Nariga hasta el Faro de Finisterre pasando por el Roncudo, y todo los faros que ya habéis podido ver en el camiño.
Todos ellos no son de piedra ni de material inexpugnable, todos ellos tienen un corazón y están ahí por amor, y eso les protege de la fuerza del mar. Se dice que Hércules despertó una nueva vida, y ahora nunca deja de sonreír, se dice que permite las visitas a su torre en la Coruña para que durante el día la mar esté arropada, y por las noches, a veces, se escuchan sonidos de la mar, que en gratitud le protege y protege a todo barco o embarcación que esté en el término de la Costa da morte.
Equis soltó unas lágrimas, Zeta se quedó mirando al mar, Igry se abrazó a Zeta, y elpezsoplo se acordó de su pasado en el fondo del mar.
El marinero les pidió guardaran el secreto porque sería lo mejor para todos, y esta es la parte verdadera de una fábula que parece encantada pero que esconde en sí ese algo para que pueda ser auténtica.
Todos se quedaron mirando a Hércules, y con las manos en alza le dijeron adiós.
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