Déjame que te cuente el sueño de un niño
Con el paso del tiempo, te das cuenta que lo que llenan los momentos, las vivencias personales, lo que se aprende en la práctica, incluso más que lo que diga un profesor de renombre o un padre ejemplar, y tengo que reconocer que algún profesor me marcó en la vida, sabe Don Pedro que la lectura, y seguramente esto de elsoplo, es por culpa suya; Demasiadas materias, demasiada mochila, demasiados deberes para una edad donde todo lo que pasa es de fábrica, una nueva experiencia al instante, donde cada día es un mundo de aprendizaje; mejor que aprendan viviendo, y siendo niños, eso que muchas personas han podido ya perder; para ejemplo, me dijo un amigo al llegar del Nepal, «jo, ¿sabes me he acordado mucho de tí?, mientras estudiaba Geografía con Nachito (uno de sus hijos), le iba contando tu experiencia que iba leyendo a través del facebook, me servía para enseñar(le) y para aprender(me) – Mira hijo, aquí está un amigo mío ahora, yo te explico -«.
Ahora que he vuelto a ser un niño pero con mente de adulto, creo que lo mejor para los niños (a veces también para los adultos), es ponerse a la altura de los mayores, es más fácil hablar de si Cristiano es mejor que Messi, si los políticos son tal y cual, si el trabajo está mal y hay que apechugar, si las relaciones son muy complicadas, si papá y mamá han discutido por cosas que no vas a entender hijo, que si en sálvame viene la ex novia de este tan famoso que no recuerdo su nombre…son los mejores temas donde ellos se sienten cómodos, temas que pueden responder y razonar (no saquemos las ecuaciones de segundo grado que la podemos tener).
He aquí una de las preguntas que le hice a mis padres cuando yo también fui niño «Papá, mamá, ¿me llevaréis al everest»?.
Déjame que te cuente…
Aquí mi libro “Subiendo España”, 52 historias despeinadas de trekking sobre un proyecto en montaña basado en hechos reales.