♣ Del Cantábrico al Atlántico ♣ Etapa 4 ♣ De Viveiro a O Barqueiro: 29 kms
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Sinopsis: «Trata de huir de uno mismo o hacia adelante, de realidades paralelas, del hecho de madurar, de islas para colorear, del viejo y el mar, de los puentes de Madison, y de la llegada a O Barqueiro »
Huir de uno mismo tras una resaca
Y en una desesperada búsqueda de respuestas que, quizá, nadie más que el mar pueda chivarme, voy dejando migas de pan en Viveiro por si algún día tengo que regresar. No tengo, debo regresar. Entre barcos que naufragan y petunias que florecen sigo buscando el siguiente destino. Posiblemente sea yo. Dicen que no se puede huir de uno mismo. Y menos tras una resaca. De Viveiro a O Barqueiro daba inicio.
Realidades paralelas y pixeladas
Atravieso unas aldeas ancladas en el tiempo, y entro en un bosque que no me deja ver el mar. Me recuerda aquellos momentos de la vida en los que no ves lo que tienes delante sino lo que te espera delante, que piensas que lo más lejano será mejor que lo que tienes a tu lado, una realidad demasiada codificada, con multitud de pixeles que te dejan opaca la realidad, realidades paralelas Y sigo andando, como Forrest Gump. Cuando toque la punta me vuelvo. Por ahora tomo rumbo hacia a O Barqueiro
Mientras maduro
Y empiezo a tratar temas de la vida que me interesan como la infancia, los amores, el madurar…pero cuando entro en “madurar” me despisto. Me siento frente a tí, y con una estrella galicia celebramos el reencuentro. Ciertamente lo de madurar aún está lejos. Hablamos de personas imposibles, de una luna imaginaria, de libros de aventura, y sin darme cuenta voy surgiendo tras las olas. Me cansé de huir(me). A lo mejor estoy madurando
Huida hacia adelante
Abandono por unos instantes mi fiel compañera. Nunca se habló bien de tí (“si no fuera por esta hija p……de atrás”). Nunca se habla bien de nadie. Y saco el libro. Es un buen lugar. Creo que leo y escribo porque la literatura suele responder mejor que la realidad. En este estado, empiezo a interpretar que mi huida es hacia delante.
Islas para colorear
Y allí una isla. Siempre he pensado que a veces somos islas y somos faros. Que todos hemos deseado alguna vez en la vida poner tierra de por medio, dejar todo atrás en busca de una nueva isla para colorear y un faro que nos guíe en esta locura sin saber muy bien lo que buscamos. Querer, poder, realizar, cumplir son verbos que pueden sustituir a ·desear» para cerrar esta microhistoria de Viveiro a O Barqueiro.
El viejo y el mar
Y una barca me evoca un libro: «El viejo y el mar». De hacerse mayor. Trata sobre tomar tú mismo decisiones. Justamente hacerse mayor es darse cuenta de esto, de que en la vida no hay nada seguro. De niño uno tiene las metas definidas: ser mayor, casarte, ser reconocido. Sabes que en algún momento las cosas van a cambiar, y te haces mayor así, como sin darte cuenta, y vas asumiendo compromisos, y la mochila cada pesa más. Y en ese momento deseas volver a ser un niño. De Viveiro a O Barqueiro.
«… Y se dio cuenta de que nadie jamás está solo en el mar» (extracto del libro «El viejo y el mar»»
Como en los puentes de Madison
Y ese puente cercano a Porto O Barquerio me evoca a los puentes de Madison, me indica que me vaya con los demás, me dice cómo deben ser las cosas, y que ese puente lo tenemos que cruzar todos. Que detrás está la felicidad. Está por ejemplo la familia que dice que es feliz, el padre que recoge a los pequeños de un colegio, ese chico que piensa heredar la consultora donde ha firmado su primer contrato. Crecemos con estereotipos que de mayor no están idealizados en la vida de la misma manera. Pero como es lo normal estamos tranquilos. Hacerse mayor te demuestra que nadie es normal y que cada uno hace lo que buenamente puede para acercarse a la normalidad. Es lo que nos prometieron al cruzar el puente.
Porca miseria en Porto o barqueiro
Y al llegar al Porto o Barqueiro, es cuando dejo de huir y me quedo con la vida misma, con las risas y las penas en buena compañia, con esa soledad que también se disfruta, con esa copa de vino con amigos, con nuestros padres que nunca fueron super héroes pero dieron lo mejor de ellos.
No me duermo. Llueve fuera. Y es verano. Hace frío. Todo está cerrado. No creo que vuelva al norte. Ni una cerveza para celebrar la etapa. ¡Porca miseria!.Cierro los ojos y empiezo a soñar con otras cosas que llenen mi tiempo, que nos hagan más fuertes y más humanos, y que llenen las rías de agua para poner tierra de por medio en nuestra pequeña barca, con ese faro que nos guía y nos vigila, con ese viejo del que aprendemos el camino hacia aquella isla que posiblemente no sea lo que buscamos pero nos seduce, y a veces la vida sólo trata de eso, de sentirse seducido. Y aquí termina la microhistoria de Viveiro a O Barqueiro
En el próximo episodio, las aventuras nos llevarán a la Estaca de Bares, pero esta es una historia que deberá ser contada en otro momento.
Aquí mi libro “Subiendo España”, 52 historias despeinadas de trekking sobre un proyecto en montaña basado en hechos reales.
…Y más Aventuras: Nepal, Islandia, Camiño Dos Faros, Alpes, Subiendo España a un Libro.
Escrito por Fernando Camacho
Colaborador: +8000