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♣ Lecciones de los viajes de aventura ♣ © elsoplo
SALTA Y LA RED APARECERA
Este dicho de la tradición zen refleja a la perfección la sabiduría de la acción.
Siempre nos han dicho, “pensarlo primero, piensa antes de actuar”
Aquí se nos aconseja lo contrario, actuar con el corazón, con la intuición, sin pensar en las consecuencias, haciendo lo que sientes que debes hacer.
Se dice de los grandes maestros de la esgrima o de los samurais experimentados que la acción va incluso antes que la intención, es difícil de explicar si no se ha experimentado, pero el tiempo es relativo. Hay un maestro japonés que parte en dos una bala disparada a cierta distancia, y hay filmaciones. ¿dónde está aquí el percibir y luego reaccionar? Más bien lo hace a la vez, o antes, ya que la percepción no es tan rápida, casi debe presentirlo, casi debe ser consciente de su acción después de que la ha hecho.
TIEMPO DE ACTUAR
Siempre, es cierto, hay un tiempo para cada cosa, un tiempo para pensar y otro para actuar, pero todos sabemos que determinadas cosas sólo se hacen si no se piensan, por eso los jóvenes y los intrépidos consiguen grandes cosas, no piensan demasiado, hacen, y yo diría más, hacen porque sienten que deben hacerlo más que por el resultado o interés de la acción les brota.
Esto es también palpable en los conquistadores de lo inútil, es decir los montañeros, que cuando les preguntan por qué se han metido en ese berenjenal escalando un ochomil lleno de peligros para la vida y su integridad física, sin mirar las consecuencias, contestan, “¡¡ porque está ahí !!”.
Tampoco la razón es de mucha utilidad para algunas decisiones, debemos acompañarla con intuición, el razomiento humano es imperfecto, tiene sesgos como por ejemplo autoengañarnos, confirmando las hipótesis, es decir, siempre intento justificar mis creencias, y veo confirmaciones por todas partes, veo lo que quiero ver que confirma mi tesis, y soy ciego a lo que no lo confirma, o simplificar los problemas para que encajen en lo que yo pienso, haciendo así caricaturas o redondeando una elipse como Kepler: Las órbitas debían ser circulares, porque el circulo es la perfección y dios hace las cosas perfectas. Esto le costó una crisis existencial muy profunda.
Lejos de lo que nos han dicho, las decisiones transcendentes no se deben tomar sólo con la razón, y las más trascendentes a veces sólo duran unas décimas de segundo, como una decisión deportiva (rematar o pasar, etc) o un combate donde el afilado acero te podía matar en décimas de segundo.
TOMAR DECISIONES CORRECTAS
La diferencia entre el éxito o fracaso, la vida o la muerte dependía de tomar la decisión correcta, la técnica y estrategia adecuada para esa situación en ese instante. Ahí la razón no tiene nada que hacer, en todo caso antes y después, preparando el partido o el combate, y después analizándolo.
Pero esa habilidad de la acción instantánea y adecuada, sólo la da el hábito del gesto técnico entrenado y refinado hasta la perfección, y dejar que tu mente espejo, tu mente no mente, tome la decisión adecuada (para esto se medita).
Pero voy más allá. En las grandes decisiones, donde debes elegir entre el camino de tu pasión o vocación, o el fácil y cómodo, entre el camino del corazón y el lógico y normativo, o ante un tren que pasa por tu vida y no sabes si coger o no, ¡¡¡ LÁNZATE AL VACÍO !!! y los recursos vendrán….
¡¡¡ SALTA Y LA RED APARECERÁ !!!
Fdo. El Capitán Nemo
Entregas anteriores: La Alquimia, Nadie puede ocupar tu espacio
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