
➡ Subiendo España es mi primer libro. Descarga una muestra ➡
«Si de joven yo hubiera sabido que iba a envejecer y que me iba a morir, creo que hubiera vivido de otra manera, porque nunca seremos tan jóvenes como hoy».
Mapas Conceptuales
En el momento que te decides a afrontar un reto (alta ruta del Everest), uno de los pasos es diseñar tu mapa de acción, tu mapa concenptual, tu mapa de trabajo que es la guía para conseguir tu objetivo. Las pautas para mantener un orden, un camino, un sueño. Y un viaje al Himalaya, a las tierras más altas del mundo no puede ser menos, es de altura, pero la altura la marca más bien tu actitud, tu actitud es la que va a determinar si tu objetivo va en serio o es parte de los sueños de las cañas de un bar o de un mal día. Un mapa de trabajo es tener planificado el viaje, las etapas del día a día para poder cumplir tu reto en el tiempo que te permite la partida, en otro caso es posible que ya no tengas monedas para ingresar en el «Insert Coin», en el mejor de los casos.
Cuando uno decide probarse a sí mismo, cuando te das cuenta que aún no has puesto a prueba tus límites, cuando deseas ir más lejos y quién sabe si volar, e incluso cuando llegas a un punto donde te vences a ti mismo, incluso ahí, previamente has necesitado un mapa de trabajo. Porque en la vida pasa lo mismo, no podemos dejar atrás ese mapa. El mapa de la vida, el mapa de trabajo para todo lo que acometas, el mapa de tu tesoro, hay tantos tesoros y tan diferentes todos. Sencillamente es un pequeño tutorial que tú mismo te impones para llegar a cumplir todo aquello que te propones. Podemos hablar tanto de un viaje de aventura, como un plan para salir de la rutina diaria, como el objetivo de tener una familia, como el de un objetivo de crecimiento personal. Es lo mismo, el mapa es fundamental si quieres llegar a lograr tus objetivos. Sin mapa es muy probable que el barco vaya a la deriva y el tesoro no tenga valor.
Cosas que hay que saber
Tras aterrizar en Katmandú, tras aclimatarnos al pueblo del Nepal, de cómo ver lo que une puede llegar a unir un terremoto y conseguir llegar al peligrosillo aeropuerto de Lukla en ese inolvidable vuelo, ahora es cuando empezaba nuestra verdadera búsqueda del tesoro, disponíamos de 20 días para para recorrer la alta ruta del Everest y llevarle un mensaje a su majestad Mr. Everest en su recóndita morada del Himalaya, en su campamento base. Pero para que la partida no acabara antes de tiempo teníamos nuestro mapa de trabajo que incluía unos pasos previos, cosas que hay que saber: Sacar la Tarjeta tims (treking information management system) y la tasa por entrar en parque nacional de Sagarmatha. Nuestro mapa de ruta también exigía igualmente cierto entrenamiento en altitud, y una mochila con el material mínimo e indispensable. Y un botiquín, un buen botiquín. La ruta incluía más de 200 kms por la cordillera del Himalaya con más de 15.000 metros de desnivel acumulado, 15 kms en línea recta hacia el cielo, quizás alguna noche lo toqué.
A veces piensas o piensan de tí, ¿por qué te vas al Everest?, ¿sabes el riesgo que conlleva?, Te paras, ajustas los 5 sentidos, y te preguntas, ¿no es la vida un riesgo diario?. El hecho de llevar un tipo de vida a veces puede suponer un riesgo día a día. A veces la vida depende de un paso, una pequeña decisión que nos abrirá un camino, o nos hará seguir los pasos del que ya está marcado, a veces el paso debe ser el agrandar el camino para observar más posibilidades que antes uno no contemplaba. Buscamos las señales para entender por qué el camino va por un lado y no por otro, pero somos nosotros quienes debemos descubrirlo. Cada uno debe encontrar su propia manera de subir, de crecer, su propia manera de tomarse la vida. Un viaje, un reto, un cambio de rutina puede cambiarte la vida, sólo esa decisión, recorrer la alta ruta del Everest, ese paso hacia adelante en aquel momento, puede que transforme tu destino.
La alta ruta del Everest
La alta ruta del Everest está compuesta por los 3 grandes pasos de montaña de esta región del Himalaya (KalaPattar, Cho La y Renjo La), todos ellos por encima de los 5.000 metros. Lo más extraordinario de este viaje es el escenario en sí mismo bajo las montañas más altas del planeta Tierra, donde el mayor problema es hacer frente a lo nuevo, y lo nuevo son los problemas asociados al mal de altura que merman de manera considerable las condiciones físicas, y es que la falta de oxígeno va en aumento a la altitud. La simple exposición a la altura supone para el organismo un buen castigo, e incluso mayor sabiendo que en Europa vivimos en cotas de altura demasiado bajas. Si día a día consigues la adaptación al medio, ya puedes decir que tu mapa de trabajo te permitió disfutar de la travesía montañera que discurre a mayor altitud del planeta, un paisaje plagado de montañas colosales, y una experiencia no comparable a nivel internacional sin necesidad de elevarse a su majestad Mr. Everest.
Pero todas los retos acaban siempre igual, cuando te paras, entonces encuentras el premio. Podremos explicarlo y tú podrás ver lo que han visto nuestros ojos, podremos hacer fotografías, y tú podrás escuchar los pájaros y el aire mover las ramas de los árboles, podremos describirlo y tú podrás incluso sentir el viento en la cara o el olor de la tierra mojada, pero nunca podremos hacer que tus ojos tiemblen de emoción como lo han hecho los nuestros, o que tu corazón lata más fuerte como han latido los nuestros; en el Nepal, en la montaña, en la alta ruta del Everest, en el deporte en líneas generales, descubrí que es en la contemplación donde nacen los sueños, y al fin y al cabo, todos corremos para perseguirlos.
Mientras escribía este episodio de la alta ruta del Everest, de fondo, sonaba la canción Mistakes of my youth, era momento de tirar la bici y abrir nuevos caminos, el sueño de un niño daba comienzo (os dejo el vídeo)… «La elección es mía para tomarla, un mejor camino adelante, el camino que he estado tomando llevaba a un callejón sin salida. Pero no es demasiado tarde para dar un giro…»
Escrito por Fernando Camacho de El soplo
Aquí mi libro “Subiendo España”, 52 historias despeinadas de trekking sobre un proyecto en montaña basado en hechos reales.