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Creer, creer y creer (Episodio 33)
Ya me conocéis, pero me presento, soy el narrador frustrado y me ofrecieron escribir las historias de este pezsoplo y estos locos y simpáticos bajitos.
Aún recuerdo en las navidades de 2014, en galifornia, Equis sólo hablaba de una ruta de faros. Me tenía aburrido, pensé que era una neura de esas que llega y se va con el tiempo, similar a aquel «a ver si nos vemos», «si eso ya te llamo yo», «hay que verse, de este año no pasa», «ahora que te veo mira que pensé en llamarte ayer».
Lo que me gusta o me disgusta de EQUIS, y mira que le conozco, y no es fácil conocer ni conocerse, es que cree en lo que dice, pone en aquello que se propone ilusión y lo lleva siempre dirección rosa de los vientos, dirección los sueños o dirección quizás el mar.
En la vida las palabras se las lleva el tiempo, y sino el viento, se conoce a una persona por los hechos, se escanea a alguien por lo que dice, por lo que comenta, por lo que se compromete, y de ahí sale un baremo, una opinión, un te conozco. Seguro que aún estás esperando aquella cena de antes que prometió un ex, una ex, aquella reunión de amigos que dicen que » hay que verse, yo organizo una quedada, de este año no pasa», aquel » perdón, te llamé de sin querer pero ya que estamos». Hablando de ex, es algo que ya no está en ti, ajeno, distante, algo que te contaré en otro episodio mejor. Tiene mucho de que hablar, escribir, y sobre todo, tiene mucho contenido en tu vida que lo pierdes generalmente por las formas, diría yo que por el ego, maldito ego, o lo controlas o te controla.
Pues eso, que Equis me comentó de ir a una ruta de faros en diciembre 2014, y ya ves, no faltó a su palabra. Y de ahí concluyo, que no sentencio, que quien cree en lo que hace, en lo que dice o en lo que piensa, quien pone los medios, las formas, y atraviesa desiertos para conseguirlo me merece mucho la pena. Y lo extrapoló a cualquier circunstancia, por ejemplo, me es de igual valor quien siempre ha querido tener una familia y tras años lo consigue, su mete era ello, y luchó por ello, y sobre todo, creyó en ello.
Al final la vida se resume en creer, creer y creer, y si crees los medios aparecen, y el resto son excusas, unas baratas, unas circunstanciales, otras habituales y te categorizan, sin más. A veces habrás escuchado eso de «tal ha dicho de quedar para vernos» y la respuesta «sí, lo de siempre, espera sentado». Categorizada está esa persona, por algo será.
Si tú crees tú lo conseguirás, si crees todo te llevará, creo que el pez, sus amiguitos y yo iremos al Nepal a pesar del seísmo, y sé que allí estaremos, porque creo en ello, creo en lo que creo y creo en lo que quiero por encima de todo.
Ponte las botas, busca un mini kilómetro cero, pon ilusión, te fe y camina hacia él. Creer, creer y creer, es l base de la vida, igual que el ganar, ganar y ganar.
Elpezsoplo. – ¿Qué está contando el narrador éste? –
Zeta. – Ni idea, se la ha ido la flapa, tanto faro que ha perdido la luz -.
Igry. – La torre de Hércules, por fin. Hemos llegado amigos. Creímos en ello y aquí estamos.-
Zeta. – ¿Y la fábula de Hércules Igry?. Más adelante, en el viaje de vuelta, aún queda mucho camino.-
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