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Empecemos a hurgar
Espiritu de supervivencia
La mejor manera de superar una situación de supervivencia, siempre he dicho, es evitar esa situación. La experiencia y el entrenamiento cuentan mucho, pero aunque no tengamos ni uno ni otro, si ponemos los medios necesarios y somos precavidos, podemos evitar o al menos minimizar tal situación.
En muchas actividades reales, vi cómo personas desechaban material, comida e incluso agua por llevar menos peso en la mochila o no daban importancia a que les faltara algo tan liviano y útil como un silbato, otros sencillamente decían “si no nos vamos a perder”. Es verdad que en la mayoría de los casos el instructor o monitor doblaba en años al “alumno” pero cometemos un error al creer que la edad lo es todo. He visto a gente “profesional” que tenía mi edad y 48 o 72 horas después de haber sido poco precavido, estaban implorando, casi llorando cuando se les acababan los suministros. Aquellos sucesos, me hicieron pensar que la experiencia y el entrenamiento cuentan para no sufrir una situación de supervivencia; pero el mayor valor que debemos de desarrollar los humanos es el espíritu de sobrevivir, saber que en algún momento puede que me encuentre sólo sin ayuda, en un lugar desconocido o al menos deshabitado. Pasemos a el decálogo de supervivencia.
Los diez mandamientos
Este es el Decálogo de supervivencia. Estos son los diez puntos fundamentales para evitar o minimizar una situación de supervivencia:
1. Adquirir los conocimientos necesarios en las técnicas de supervivencia.
2. Despertar en nuestro interior el espíritu de supervivencia, viviendo las actividades en la naturaleza lo más autosuficientes que podamos.
3. Llevar el material, comida y agua al menos para 24 horas, de acorde a la climatología prevista y al medio físico por donde vamos a transitar.
4. Dejar siempre dicho a alguien, el lugar por donde vamos a ir y cuando pensamos regresar. No ir solos.
5. Progresar en la montaña por la ruta planeada, salvo que sea imposible.
6. No arriesgar en ningún paso de: río, barranco, rocas, nieve, hielo… buscar alternativas más seguras. Una simple caída puede ser nuestra perdición.
7. Progresar orientados de manera segura, ante cualquier duda de la ruta, hacer las comprobaciones necesarias. Nunca avanzar si no estamos seguros.
8. Evitar la fatiga extrema que nos pueda llevar a un error físico o mental, para ello haremos los descansos necesarios.
9. En caso de poca o nula visibilidad por niebla o falta de luz, detenernos y esperar a que la visibilidad sea la adecuada.
10- Tomar todas las precauciones posibles al tomar alimentos externos y agua, y evitar contacto con animales y plantas potencialmente peligrosos.
En la Naturaleza de nada nos sirve la inteligencia humana si no actuamos con instinto animal.
Eso es todo por hoy.
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